Agosto 'hard': Tres guerras, un
bloqueo, un banco rescatado, un default y una epidemia
finanzas.com - martes, 12 de
agosto de 2014
Desde que estalló la crisis de
las hipotecas 'subprime' en 2008, los inversores en bolsa no saben lo que es un
verano tranquilo. Y es que lo que antes eran unas vacaciones plácidas para los
mercados se han convertido en los últimos ejercicios en una prueba de fuego
para el mercado.
Lo saben bien quienes despertaron
el 6 de agosto de 2011 con la rebaja de S&P a Estados Unidos, que perdía
por vez primera la triple A. O quienes vivieron el casi rescate de la economía
española a finales de julio de 2012. Y este agosto, mal que nos pese no iba ser
una excepción. Tres guerras, un bloqueo comercial, un banco rescatado, un
estado en 'default', un gigante europeo en recesión y, para rematar la faena,
una alerta mundial por epidemia. ¿Quién da más?
En medio de este comienzo
eléctrico de agosto, el panorama de los principales indicadores europeos es más
que preocupante. El selectivo de referencia en el Viejo Continente, el Dax alemán,
se deja ya más de un 10% desde sus máximos de julio y cumple al dedillo con la
definición de lo que conocemos por corrección. En el caso del Ibex, esta caída
va ya por el 7%.
El foco geopolítico: Mucho
cuidado con Rusia
Para empezar, los inversores se
han dado de bruces con tres guerras, la de Ucrania, la de Gaza y los bombardeos
selectivos que ha iniciado Estados Unidos en Irak. Eso, sin contar con la
contienda de Siria, que lleva ya varios años sin solución. De entrada, lo que
más daño ha hecho a las bolsas ha sido el conflicto en Ucrania y las sanciones
decretadas por Europa y Estados Unidos, que han tenido su contestación en la
prohibición rusa de importar alimentos procedentes de Europa, Estados Unidos y
Canadá.
Después de China, dos miembros de
la zona euro, Alemania y Holanda, son los mayores socios comerciales de Rusia.
Por eso, los inversores se han puesto en guardia tras la respuesta de Putin.
"Veo más riesgos para la zona euro y para su motor, Alemania, debido a una
escalada de la tensión en Rusia", explica Alessandro Fezzi, de LGT Bank.
Todas estas tensiones, como advierten en Bankinter, "se han traducido en
una subida de los principales activos refugio (Bund alemán, Treasury
norteamericano, oro y franco suizo), en un aumento de la volatilidad y en
caídas generalizadas de las bolsas, especialmente las europeas". De hecho,
estos recortes se han explicado en parte con los flojos datos macro que ha
presentado recientemente Alemania, que se va visto lastrada con claridad por el
conflicto.
La cuestión es si el conflicto
ucraniano puede ir a más. "Estimamos que el riesgo de que Rusia invada
militarmente Ucrania es reducido, ya que dicho evento provocaría el aislamiento
del país a nivel internacional sin apenas capacidad de financiación, lo que provocaría
una recesión económica, un aumento de la inflación (actualmente en 7,5%) y la
pérdida de reservas de oro y divisas", apuntan en Bankinter.
Para Javier Flores, director del
servicio de estudios de Asinver, las cuestiones geopolíticas deben evaluarse en
la medida en que tengan impacto en el crudo, algo que de momento no está
sucediendo. En el caso de Rusia, la novedad "está en la escalada de
sanciones y en la medida en que afecten a la macroeconomía", explica. En
su opinión, el mayor riesgo es que se produzcan limitaciones a los movimientos
de capitales rusos", lo que afectaría sobre todo a Alemania y Holanda
Otro punto de tensión está en
Irak, donde Estados Unidos acaba de comenzar con los bombardeos selectivos
sobre objetivos yihaidistas. De momento, la preocupación es más simbólica que
otra cosa, pero una cosa está clara. Cuanto antes terminen las operaciones y
cuanto más rápido retrocedan los rebeldes, más lo celebrará el mercado. Al
final, lo que no gusta a los inversores son las tensiones abiertas de manera
indefinida. Además, aquí hay otro foco de tensión, el precio del petróleo, que
de momento está contenido. Pero con los suministros de energía rusos bajo
presión, una escalada alcista del crudo podría ser el "golpe de
gracia" para las bolsas europeas. La lectura del conflicto en Gaza, donde
la guerra entre israelíes y palestinos ha dejado ya más de 2.000 muertos, es
muy parecida. Cuanto antes se alcance una solución y cuanto menos se involucre
Estados Unidos, tanto mejor para las bolsas. A fin de cuentas, las bolsas se
mueven con cuentas de resultados y balances, no con tanques.
El rescate el BES: ¿Se acabaron
aquí los problemas?
Para seguir con este agosto
caliente, la zona euro se ha enfrentado a un problema inesperado con el rescate
del banco portugués Espirito Santo, que ha necesitado una inyección de dinero
público por 4.900 millones de euros. Más allá de los recursos dedicados para
sanear al Espirito Santo, la lectura positiva tiene que ver con el cómo se han
hecho las cosas. Es cierto que quizás se podría haber cortado antes la sangría
en bolsa (llegó a perder la mitad de su valor en una jornada) pero las
autoridades de la zona euro han sido capaces de atajar la crisis sin provoca el
contagio al resto de entidades europeas. Esa es la mejor noticia.
A diferencia de lo que sucedió
con Chipre, por ejemplo, donde los depositantes si tuvieron que cargar con el
coste del rescate, los dirigentes de la zona euro han seguido la receta suave
de España, cargando el coste de la reestructuración sobre los accionistas y los
tenedores de deuda.
"Es malo para los
accionistas y los acreedores pero bueno para la industria bancaria en
general", apunta Stefan Bongardt, analista de la firma alemana GmbH.
"Todo el mundo conoce ahora las reglas del juego y eso elimina
incertidumbre del mercado", aclara este experto. Dese la firma Berenberg,
el economista Holger Schmieding asegura a este respecto que "la crisis
sistémica del euro ha terminado" y considera que si bien "la zona
euro todavía tiene problemas, ahora dispone de una máquina bien engrasada para
enfrentarse a ellos". O dicho de otra forma, los círculos viciosos de
contagio que fueron la tónica común en el pasado se pueden mantener a raya.
Para Carlos Farrás, director de
DPM Finanzas. EAFI, "en el mercado sabíamos que el BES podría tener
problemas por su holding empresarial, pero nunca se pensó que las provisiones
fueran tan elevadas y obligaría a intervenir en el segundo banco
portugués". Ahora bien, apunta este experto, "no se trata de un riesgo
sistémico para el resto de entidades y Portugal ha sido rápido en encauzar la
crisis, creando una banco bueno (inyectado de liquidez) y otro malo que
absorberán sus pérdidas los accionistas y preferentistas del antiguo BES".
Una opinión similar sostiene Javier Flores cuando explica que en el rescate
"han sido muy rápidos y con un postura muy clara, que aunque no me gusta,
ha servido de cortafuegos" evitando el contagio.
Italia, en recesión: ¿Otro dolor
de cabeza?
Quizás la sorpresa más
desagradable en este agosto tan duro la dio Italia, que anuncio la semana
pasada la entrada en recesión (otra vez) tras contraerse su PIB un 0,2%. No
está claro si fue el "cisne negro" con el que nadie contaba, o el
elefante en la habitación del que no se hablaba pero que todos veían. Pero el
caso es que ha metido mucho miedo a las bolsas; no en vano, estamos hablando de
la tercera economía europea, un país llamado junto con España a liderar la
recuperación y que amenaza con quedarse peligrosamente varado.
Tanto es así que el pasado jueves
el presidente del BCE, Mario Draghi, abandonó sus tradicionales posturas
moderadas y lanzó un serio aviso al primer ministro Renzi al afirmar que los
únicos culpables son los propios italianos, y pedir de paso más reformas y de
mayor calado.
Renzi, cuarto primer ministro en
Italia desde 2011, prometió amplias reformas económicas cuando llegó al poder
en febrero, medidas de las que nunca más se supo. De ahí el aparente enfado de
Draghi, antiguo gobernador del Banco Central italiano. "Sigo diciendo lo
mismo, reformas en el mercado laboral, en el de productos, en la competencia,
en el poder judicial, y así sucesivamente, y así sucesivamente", espetó el
banquero italiano a la prensa el pasado jueves. Y también dejó claro que la
falta de reformas ahuyenta a los inversores privados, en clara alusión al caso
de España.
A todo esto, Renzi ha asegurado
estar de acuerdo con Draghi cuando dice que Italia necesita hacer reformas,
"pero cómo vamos a hacerlas lo decidiré yo, no la Troika ni el BCE ni la
Comisión Europea", apunta Renzi en una entrevista concedida al diario
'Financial Times'. "Haré las reformas por mí mismo porque Italia no
necesita que nadie le explique qué hacer",
Así las cosas, la duda que queda entre
los inversores pasa por saber cómo avanzará al agenda reformadora del primer
ministro italiano. "Creemos que el gobierno de Renzi irá acometiendo todas
las reformas que se comprometió y veremos los resultados más adelante",
apunta Carlos Farrás.
Argentina, el 'default' que
faltaba
Por si no tuviéramos bastante con
todos estos problemas, los inversores se encontraron comenzando agosto con otra
de esas noticias que no gustan, los problemas de Argentina con los fondos
"buitre". Todo viene a raíz del fallo del juez estadounidense Thomas
Griesa, quien dio la razón a estos fondos especulativos para que cobren 1.330
millones de dólares de bonos argentinos en impago desde 2001, y ordenó que el
pago se haga en simultáneo al vencimiento de deuda reestructurada por Buenos
Aires en 2005 y 2010.
El 30 de julio, tras el fracaso
de negociaciones con los fondos especulativos, Argentina entró en default
parcial por no poder efectuar un pago a acreedores de bonos reestructurados por
estar bloqueados 539 millones de dólares depositados en su cuenta del Bank of
New York.
El mercado ha prestado la
atención justa a los problemas de Argentina, aunque el riesgo ahí está.
"Pensamos que el impacto será limitado por la pequeña exposición de la
deuda argentina en los mercados internacionales y porque pensamos que se
llegará a un acuerdo con los fondos buitre cuando pase el plazo a posibles
nuevas reclamaciones", resume Farrás.
Y de remate...un alerta sanitaria
a nivel mundial
Por último, el explosivo cóctel
de agosto se completa con la alerta sanitaria mundial decretada por la OMS
debido al virus del ébola. Es una noticia sin impacto para los mercados, por
ahora, aunque no habrá que perder de vista cómo evolucionan los
acontecimientos. En la última alerta sanitaria decretada por la OMS, la del
virus respiratorio SARS, que afectó a las bolsas asiáticas. Además, este tipo
de alertas suelen lastrar a sectores como el del Turismo o las líneas aéreas.
¿Hacia dónde vamos?
Con este tremenda mezcla de
acontecimientos negativos, las bolsas no ganan para disgustos. Ahora estamos
metidos de llenos en una corrección que debería dejarnos, en opinión de Flores,
en dos niveles de referencia. Por un lado, los 2.940 puntos del Euro Stoxx y,
por otro, los 1.755 del S&P 500. Alcanzados esos niveles, se debería
empezar a considera la posibilidad de entrar otra vez en bolsa.
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