¿Cómo
salvarle la vida a 100 millones de personas?
Forbes - miércoles, 13 de
agosto de 2014
Según las proyecciones, 100
millones de personas morirían por enfermedades crónico-degenerativas en todo
el mundo. Pero hay una firma que dice tener la fórmula para romper con este
fatal pronóstico, a través de calidad,
accesibilidad y bajos costos. México es uno de sus pacientes.
Un hombre al que llamaremos Juan,
acudió a realizarse una diálisis peritoneal en un hospital del Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Celaya, Guanajuato. Con 59 años, Juan
tenía antecedentes de diabetes mellitus e insuficiencia renal. Una semana
después volvió al hospital. El problema con Juan era que estaba sangrando por
el catéter de la diálisis, lo que le causaba mucho dolor. En la última
revisión, uno de los médicos olvidó una gasa. Mes y medio después tuvieron que
operar a Juan de inmediato para retirar la gasa, que para entonces ya se había
adherido al intestino y al estómago, lo que originó un choque séptico. Una
semana después, Juan murió.
El reto de México, y en general
de América Latina para los próximos 15 años, es la atención de las
enfermedades crónico-degenerativas, que afectan a siete de cada 10 mexicanos,
que acaparan la mitad del presupuesto del sistema de salud, que en 2013 ascendió
a 448,000 millones de pesos (mdp).
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) estima que para 2030 el número de personas con alguno de estos
padecimientos se habrá incrementado, y el sistema financiero de los servicios
de salud [IMSS, ISSSTE y Seguro Popular (SP)] se irá a la quiebra, porque los
recursos serán insuficientes para atender a toda la población que se encuentre
enferma.
En tanto, cifras de ProMéxico
señalan que el valor del mercado de salud mexicano ascendió a 10,598 millones
de dólares (mdd) en 2012, pero con la tendencia al alza podría crecer a 14,900
millones de dólares para 2020. La razón: el desarrollo de las enfermedades
crónico-degenerativas.
Frente a eso, hay una empresa —a
la que muchos identifican— que trabaja para tratar de calmar (y capitalizar)
los males que aquejan al sistema de salud en México.
General Electric (GE) ha enfocado
su estrategia para detectar, entre otros males, el cáncer de mama, que en
México es la primera causa de muerte en mujeres, con 4,200 defunciones al año,
debido a diagnósticos tardíos. Su área de oportunidad proviene, también, de la
estadística que indica que hay nueve mastógrafos por cada millón de habitantes,
cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
establece que deberían existir 23 aparatos por cada millón.
Otra guía de GE son los Objetivos
de Desarrollo del Milenio, establecidos por la ONU, particularmente las metas
cuatro y cinco referentes a reducir la mortalidad materna e infantil. En
México, la tasa de mortalidad materna disminuyó una tercera parte en los
últimos 13 años, para situarse en 43 defunciones por cada 100,000 nacimientos
(situación que todavía está lejos del ideal: 22 muertes). En cuanto a
mortalidad infantil, el objetivo está cumplido, ya que sólo existen 16 muertes
por cada 100,000 infantes nacidos.
El personaje que ejecuta esta
operación se llama Joseph Shrawder, que desde hace un año es el CEO del área de
Cuidado de la Salud de GE en América Latina. Gracias a sus empleos previos
conoce cada rincón de la región y sus necesidades. Las oportunidades de
negocios.
En México goza de un campo
fértil. Actualmente, el gobierno federal destina 6% de su PIB al tema de
salud, cifra que aumentó 1 punto porcentual en una década. La meta es alcanzar
el 9% del PIB que señala la OCDE.
Pero hay factores que representan
un severo y crónico dolor de cabeza: el buen uso de los recursos públicos,
junto con la calidad, el acceso y la disponibilidad de los servicios médicos.
Algo que Joseph tiene claro: “Cada país de América Latina tiene un reto con
sectores de la población que necesitan cuidado para la salud y puede estar
relacionado con el costo, con la disponibilidad o el acceso. Si te encargas de
esas tres cosas no hay mucho más que hacer. Puedes tener un muy buen sistema de
salud, si puedes lograr el costo y la calidad correctos, en los lugares
adecuados.”
¿Un mal incurable?
Una de las estrategias más
ambiciosas de GE es el programa “Healthymagination”, creado en 2009 y que
cuenta con un presupuesto de 6,000 mdd que serán invertidos en proyectos que
contribuyan a solucionar los tres problemas más comunes de los sistemas de
salud en el mundo: costo, calidad y disponibilidad.
Para concretarlo, los ingenieros
y técnicos imaginan productos más pequeños e igual de efectivos que los
grandes aparatos que se encuentran dentro de los hospitales. Así logran que
máquinas de rayos X y ultrasonidos quepan en la mochila del médico que viaja
ocho horas en autobús, y luego camina otras tres para llegar a la clínica
rural que atiende.
El tema, entonces, no es falta de
demanda. No. Es una cuestión de dinero, estrictamente.
Sin embargo, el sistema de salud
federal en México enfrenta, por citar sólo un factor, un mal manejo de los
recursos en los estados. En el informe de fiscalización de 2012 al SP, la
Auditoría Superior de la Federación reportó que el gobierno federal debe
recuperar 2,223 mdp, cuyo gasto no está justificado; además de que existían
otros 2,210 mdp que no habían sido ejercidos hasta diciembre de ese año.
La ASF encontró que las
autoridades estatales destinaron los recursos de salud a otros programas “más
importantes”: pagaron servicios o personal no vinculados con el SP; contrataron
médicos que no cuentan con el perfil adecuado y compraron medicamentos que no
están en el cuadro básico; no ejercieron los recursos, o simplemente no tienen
la documentación para comprobar los gastos.
Ante eso, GE, con el programa
“Healthymagination”, busca ajustar sus objetivos en función de las prioridades
del país. El equipo de Relaciones Institucionales, de Mercadotecnia y Ventas se
reúne con sus homólogos de los sistemas de salud gubernamentales para
establecer prioridades.
Una vez que conocen las
necesidades presentan un plan de trabajo con programas de salud que trabajen de
la mano con los productos de la compañía. Al concretarse, además de los equipos
médicos, GE entrega un plan de logística, entrenamiento a los prestadores de
servicio para que realicen diagnósticos correctos con el equipo y brinda
soporte técnico.
Los “curadores”
La competencia en este sector es
intensa. Mario Luis Chao de la Cruz, director global del Sector Salud para la
consultora Everis, asegura que no se puede hacer un ranking, ya que hay un
abanico de productos, dispositivos, software, medicina personalizada, genética
y servicios que se están desarrollando actualmente, aunado a que el mercado se
transforma cada año a un ritmo vertiginoso.
La Secretaría de Economía, por su
parte, reconoce que las compañías líderes en México y a nivel mundial son
Johnson & Johnson, GE Healthcare, Phillips, Siemens Healthcare, Toshiba,
Cardinal Health, Medtronic y Baxter International.
Baja California es el clúster de
éxito en el país, con 60 empresas manufactureras que exportan a otras naciones.
En la entidad no sólo hay empresas pequeñas; también se instalaron marcas como
Cardinal Health, Tyco Healthcare, Medtronic y Pall Life Science.
El “cerebro” de GEen esta materia
se despliega a través de varios países, pero en el caso de América Latina su
base está en Belo Horizonte, Brasil, donde adquirió el año pasado a Omnimed y
XPro, dos fabricantes especializados en el diseño de aparatos de monitoreo de
signos vitales, de diagnóstico y tratamiento de enfermedades vasculares, así
como de rayos X.
El resto de sus productos
proviene de los centros de investigación y desarrollo de Nueva York, Estados
Unidos; Múnich, Alemania; Shanghai, China, Bangalore e India. En el caso de
México, su área de salud está enfocada en brindar asesoría, soporte técnico y
reparación de todos los equipos que hay en el país, pero no tiene planes
inmediatos de generar un centro de diseño.
La transmisión de experiencias
GE se ha especializado durante
muchos años en imagenología y monitoreo de signos vitales. No obstante,
Shrawder sabe que el futuro de la innovación tecnológica está en la movilidad
del paciente y en la disponibilidad de la información clínica en la nube.
“En los últimos años, la
movilidad de la información del cuidado de la salud y acceso a los servicios de
salud es igual a la movilidad de la gente. Eso significa que los expedientes
clínicos y la información de salud deben estar disponibles en la nube, de la
misma manera en que puedes almacenar música y películas; no en tu computadora,
no en un aparato, sino en algún lugar de Internet”, explica.
El pronóstico a cinco años es que
el paciente acuda a cualquier hospital, en cualquier entidad geográfica, y no
tenga que cargar con su expediente clínico a todos lados; que los exámenes
médicos no se repitan cuando el paciente busca una segunda opinión, y que el
historial clínico pueda ser alimentado por distintos especialistas y de forma
simultánea.
No obstante, el CEO del Cuidado
de la Salud de GE reconoce que hay muchos retos por enfrentar, sobre todo en lo
que tiene que ver con mejorar los servicios respecto a los cuidados del
paciente, así como la certeza de los diagnósticos realizados a partir de los estudios
de imagenología, que deben ser cada vez más económicos.
Para ello el equipo de 3,000
ingenieros y científicos que hoy trabajan en los cuatro centros de desarrollo
de GE continúan mejorando sus productos a través de las experiencias
personales que les ha tocado vivir con un amigo o familiar enfermo.
Tal como ocurrió con el padre de
Shrawder, quien hace 15 años tuvo problemas de corazón y tuvo que aplicarse un
cateterismo, lo que determinó la urgencia de una cirugía de bypass. “Ahora está
más saludable y puedo decir que los aparatos médicos jugaron un papel
realmente importante para extender su calidad de vida.”
Hoy, sin embargo, en México se
habla de productos tecnológicos para el cuidado de la salud, pero en los
centros de salud se siguen escribiendo historias de terror, como aquella que
significó el epitafio de Juan.
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