El británico que quiso asesinar a
Franco
BBC News - agosto de 2014
En 1964 un joven anarquista,
Stuart Christie, fue arrestado en Madrid por participar en un plan para
asesinar al general Francisco Franco y poner fin a casi tres décadas de régimen
militar. Medio siglo después Christie relató a Mike Lanchin, del programa Witness,
"Testigo", de la BBC, por qué acabó participando en el complot que
cambió su vida.
Stuart Christie, de 18 años,
había llegado a la capital española con una mochila llena de explosivos
procedente de Londres. Le habían dicho que debía ir a las oficinas de American
Express para recoger instrucciones.
"Todavía soy anarquista y no veo como
esto pueda cambiar en el futuro".
"Llegué a Madrid, fui a
tomar un café a la Puerta del Sol, y luego caminé a las oficinas de American
Express. Cuando entré vi al menos cuatro o cinco hombres con lentes oscuros y
recuerdo que pensé que debía tener cuidado", recuerda Christie.
"Fui a la oficina y presenté
mi pasaporte a la chica en el mostrador y cuando iba a tomar el documento la
detuvieron sus superiores que interceptaron la carta con instrucciones. En ese
momento supe que había caído en una trampa".
Christie salió a la calle e
intentó huir. "De pronto me hallé contra una pared y esposado. Dije 'soy
un ciudadano británico, soy turista', pero ellos respondieron 'eres un
terrorista y vienes con nosotros'. La boca se me secó, toda la saliva
desapareció y me sentí como un loro en una jaula".
La cárcel de Carabanchel fue construida por el
régimen franquista y funcionó durante más de 50 años.
"Teníamos entre 16 y 22 años"
¿Cómo había llegado Christie a
participar en el plan?
Meses antes, en Londres, el joven
había entrado en contacto con miembros de un grupo clandestino de anarquistas,
formado por exiliados españoles que se oponían en forma acérrima a Franco.
Interior de Carabanchel. Christie pasó tres
años y medio en prisión.
"Había mucha camaradería en
el grupo. Discutíamos sobre política, bebíamos, cantábamos, como puede
esperarse de jóvenes. Todos teníamos entre 16 y 22 años".
Los exiliados seguían ávidamente
los eventos en territorio español, donde el régimen respondía con creciente
represión a sus opositores.
"Me pidieron que fuera a la
casa de uno de los miembros del grupo. Allí fuimos a un cuarto en la parte
trasera de la casa y me dijeron. 'algo sucede, ¿estarías dispuesto a viajar a
fin de mes?'"
"No pregunté qué debía hacer
específicamente pero sabía que sería algún trabajo de mensajero. Supuse que se
trataría de armas o explosivos. Me sentí entusiasmado de pasar a la acción
finalmente en lugar de simplemente esperar".
Christie dijo a sus amigos que
iba a trabajar en viñas en el sur de Francia por el verano y viajó de Londres a
París. Allí un contacto le dio varios paquetes con explosivos y afirmó que
debía entregarlos a un individuo en España.
"Me dijo que cuando
encontrara al contacto en España debía llevar un pañuelo como si tuviera una
venda en la mano. Alguien se aproximaría para decirme 'qué tal, le
duele?'".
"Yo debía decir 'no me
duele'. Y si me hablaban debía responder 'soy alemán', entregar los paquetes y
regresar a Francia.
Stuart Christie había conocido en Londres a un
grupo clandestino de anarquistas, formado por exiliados españoles.
"Bañado en sudor"
Antes de llegar a España Christie
decidió sacar los explosivos de su mochila y esconderlos. Los sujetó a su
cuerpo con cinta adhesiva y en pleno verano se puso encima un sweater grueso de
lana que le había tejido su abuela.
Tras su arresto, el joven británico fue
condenado por terrorismo.
"Estaba bañado en sudor y
encima de todo el auto se paró varias veces, por lo que tuve que bajar y
empujarlo. Con el sudor se aflojó la cinta adhesiva y yo sentía cómo los
explosivos se me deslizaban. Había agentes de tránsito en la calle y temí que
el paquete acabara en los pies de un policía y me descubrieran".
No fueron los explosivos los que
delataron a Christie. La policía secreta de Franco había infiltrado a los
grupos de exiliados en París y Londres y estaban al tanto del complot.
"Luego de arrestarme me
llevaron en auto a la sede del organismo de seguridad. Comenzaron a
interrogarme y no encontraron nada al principio, pero cuando inspeccionaron mi
bolsa de dormir vieron los explosivos. Sabían exactamente qué buscaban y además
ya tenían la carta con instrucciones en su poder".
"Todavía soy
anarquista"
Christie fue hallado culpable de
terrorismo y condenado a 20 años de prisión, aunque fue liberado luego de tres
años y medios, en septiembre de 1967.
Vive en el sur de Inglaterra,
donde tiene una imprenta y aún participa en política.
¿Qué siente 50 años despues?
"Todavia soy un anarquista y
no veo como esto pueda cambiar en el futuro. Es más, el tiempo que pasé en
prisión fortaleció y consolidó mis ideas".
"Mi abuela me dijo, no
puedes ir por la vida siendo un espectador, debes ser responsable por tus
acciones. Ese sentido de responsabilidad fue lo que me llevó a involucrarme en
la resistencia antifranquista".
"Sentí que no tenía
alternativa".
No fueron los explosivos los que delataron a
Christie. La policía secreta de Franco había infiltrado a los grupos de
exiliados en París y Londres y estaban al tanto del complot.
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