Cómo enamorarme de un agente encubierto arruinó mi vida
BBC News - sábado, 16 de agosto de 2014
"Teníamos una relación completa. Regresaba a casa todas
las noches, hablábamos de tener hijos y de pasar el resto de nuestra vida
juntos. Pero un día desapareció".
Así describe Helen Steel cómo la vida que estaba viviendo
con un hombre a quien amaba un día se evaporó, y cómo lo que pensaba que era
una relación de amor se convirtió en una relación de abuso.
El caso de esta mujer está sacudiendo a Reino Unido porque
el hombre con quien vivió una relación de años era un agente encubierto de la
Policía Metropolitana de Londres o Nueva Scotland Yard.
Helen entabló una demanda contra la fuerza. Y su caso no es
único.
Otras tres mujeres también están demandando al cuerpo por
haber sido embaucadas por agentes que mantuvieron relaciones con ellas sin
revelar sus verdaderas identidades.
La fuerza argumenta que las relaciones estaban basadas en
sentimientos "genuinos" y niega haber actuado de forma incorrecta.
Sin precedentes
El viernes la organización reveló las identidades de dos
individuos que mantuvieron relaciones con mujeres cuando estaban asignados como
policías encubiertos. Es la primera vez en la historia que se identifica a este
tipo de agentes.
Históricamente, para proteger la seguridad de agentes
encubiertos, la política de los cuerpos policíacos es no confirmar ni negar
bajo ninguna circunstancia quiénes son estos sujetos.
Pero el mes pasado un juez de la Corte Suprema dictaminó que
la Policía Metropolitana no podía depender de esa política en los casos de los
dos acusados.
Y en una decisión sin preceedentes la fuerza confirmó que
Jim Boyling y Bob Lambert trabajaron como agentes encubiertos.
Ninguno de los identificados es el hombre con quien Helen
Steel mantuvo una relación. Y tal como le dijo a la BBC, desestima la defensa
de la Policía Metropolitana de que los sentimientos de estos sujetos en sus
relaciones con las mujeres fueron genuinos.
"Pasé años buscándolo. Eventualmente descubrí que había
estado usando la identidad de un niño que murió a los ocho años", dice la
mujer.
"En ese momento mi mundo se vino abajo porque
repentinamente ni siquiera sabía quién era esta persona que conocía y amaba o
cuál era su nombre", agrega.
Durante los 1990, cuando conoció al individuo que se hacía
llamar John, Helen Steel era activista anticapitalista de un grupo llamado
Greenpeace de Londres (que no está vinculado a la organización ecologista
Greenpeace).
"Lo conocí y en el curso de tres años comenzamos una
relación. Nos mudamos a un departamento juntos y conoció a mi familia y a mis
amigos. Siempre pensé que era una persona real", relata la mujer.
"Atracción mutua"
Cuando "John" desapareció, dice Helen, intentó
seguir su rastro con los pocos indicios que tenía de él.
Los hechos ocurrieron en una época en que no se usaba
Facebook ni teléfonos móviles. "Cada indicio que seguía o investigaba se
volvía polvo. Y entonces empecé a sospechar quién era realmente este
individuo".
"Fue extremadamente traumático. Desapareció sin dejar
rastro. Poco antes de irse parecía un poco inestable y yo estaba muy preocupada
por la posibilidad de que se hubiera suicidado. Así que pasé años desesperada tratando
de encontrar qué le había pasado".
"Lo que descubrí casi 20 años después es que cuando
estuve a punto de encontrarlo, la Policía Metropolitana se dio cuenta de que
estaba investigando y lo trasladaron a otro país para evitar que yo descubriera
la verdad".
"Y con eso prolongaron todo el daño y angustia que me
causaron".
Scotland Yard argumenta que no autorizó ni dio
"consentimiento tácito" a las relaciones. Y niega que éstas hubieran
comenzado como "una táctica deliberada".
Según documentos legales a los que la BBC ha tenido acceso,
la fuerza también niega que las mujeres fueran "embaucadas". Dice que
las relaciones tuvieron lugar debido a "atracción mutua y sentimientos
personales genuinos".
Sobre lo que piensa sobre esta línea de defensa, Helen Steel
responde: "Eso es una sarta de sandeces porque ¿cómo es posible mantener
una relación genuina que está basada en una red de mentiras?".
"Estos hombres nos dijeron que nos amaban, que querían
compartir nuestras vidas por el resto de sus vidas y sin embargo sabían que su
asignación iba a terminar en pocos años y que desaparecerían de nuestras vidas
y nos dejarían desoladas".
"Eso no es amor. Eso es abuso".
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