Redes sociales y aislamiento
social
Forbes - martes, 13 de mayo
de 2014
La tecnología no sólo nos
facilita la vida. Hoy, con la adicción a las redes sociales, estamos en el
extremo del péndulo tratando de sintetizar vida, pensamiento e ideología en muy
pocos caracteres.
Tengo una teoría que desde hace
días me da vuelta en la cabeza y me preocupa: veo a todo el mundo enloquecido
por el poder y la seducción que representan las redes sociales y los nuevos
medios de comunicación digital. Supuestamente, toda la sociedad se ha volcado
hacia esta nueva forma de comunicación humana que, además de ligar a las
personas, las enlaza y les genera empatía con las causas sociales; finalmente,
conecta a todos los humanos. Hasta ahí va bien la cosa y todos tenemos ejemplos
“hasta p´aventar pa´rriba”. Eso está claro.
Pero existe un efecto colateral
muy peligroso que, cabe aclarar, no es causado por la tecnología, sino por la
misma razón que son útiles: el uso en exceso que el humano va desarrollando en
su interacción diaria con la tecnología. ¿A qué me refiero? Además de que las
personas actualmente dejan de ver todo lo que está a su alrededor y sólo fija
su vista en el telefonito (ayer leía que hasta 125 veces voltea uno a ver la
pantalla del celular o que ya se rompió el record de escritura), el humano de hoy
quiere sintetizar la vida en 144 caracteres; la tecnología facilitó la
capacidad de síntesis, pero considero que hoy estamos en el extremo del péndulo
tratando de sintetizar vida, pensamiento e ideología en muy pocos caracteres.
¿Qué me preocupa? Que no hay
debate social, que la razón y las ideas no caben en 144 caracteres por más
tuits que se envíen. La humanidad se está haciendo intolerante al debate de las
ideas.
La mecánica es: se recibe un tuit
con una opinión o chisme y la gente lo toma como verdad absoluta, no revisa si
la información es verídica o no, simple y sencillamente, si lo dice alguien, lo
dan como verdad y de ahí basan su opinión, lo retuitean y se generan enormes
cadenas de desinformación.
Lo mismo pasa en las respuestas
que se encuentra uno en las páginas “on line” de los periódicos, kilométricas
serie de mails, tuits, respuestas, ataques, groserías, mentadas de madre y
demás. ¡Puros descalificativos! Me preocupa que eso no está abonando el terreno
para una discusión ideológica.
En las universidades y dentro la
sociedad en general no hay debate, no hay ideología más que la de las redes
sociales y sus efectos positivos y negativos. Lo que no sé, y ésa es mi
preocupación, es si en el extremo del libertinaje de uso y facilidad estemos perdiendo,
como sociedad, la capacidad de crear ideología, de generar ideas más allá de un
mensaje corto y posiblemente efímero.
Creo que este exceso de
comunicación y facilidad tecnológica, como un resultado negativo, en el fondo
está creando la paradoja de contar con una gran capacidad de comunicación al
mismo tiempo que genera aislamiento social. ¿Estarías de acuerdo o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario