Historia de la Copa Mundial de la
FIFA (cuarta parte)
Agence France-Presse
Cuarta parte de la historia de la
Copa Mundial de la FIFA (México-1986, Italia-1990, Estados Unidos-1994, Francia-1998):
- México-1986 -
Diego Armando Maradona, esas son
las tres palabras con que se puede resumir el Mundial de México-1986.
El 'Pelusa', héroe en el Nápoles,
supo conducir hasta la victoria final a una Argentina muy criticada, que había
sufrido lo indecible para clasificarse.
En principio, México no tenía que
haber recibido la cita mundialista, pero Colombia tuvo que renunciar in
extremis ante unos requerimientos económicos imposibles para sus paupérrimas
arcas.
El único inconveniente fue la
hora de los partidos, que por exigencias del directo televisivo --los europeos
tenían que poder verlos a horas convenientes-- se disputaron a mediodía, es
decir, bajo un sol asfixiante.
El encuentro estrella del Mundial
fue el que disputaron Inglaterra y Argentina en cuartos de final. Después de un
primer tiempo insípido, Maradona marcó en el minuto 55 con...el puño, la famosa
'Mano de Dios'.
Cuatro minutos después, el
'Pelusa' se resarció convirtiendo el gol más bello de un Mundial tras eludir a
cinco ingleses y hacer una carrera de 50 metros. A nueve minutos del final,
descontaría Inglaterra (2-1).
Argentina se impondría después a Bélgica
en semifinales (2-0) y a Alemania Occidental en la final (3-2) con lo que logró
su segundo título.
- Italia-1990 -
Evitar a toda costa la derrota,
éste podría haber sido el lema del 'Mondiale' de Italia-1990, donde el buen
fútbol y las ideas brillaron por su ausencia, no así las amonestaciones, 164, y
las tarjetas rojas, 16. Además, esta cita ostenta el triste récord de menor
promedio de goles: 2,21. La mayor fiesta del fútbol quedó desteñida por el
conservadurismo.
Por primera y única vez hasta
ahora, un conjunto africano, Camerún, alcanzó los cuartos de final.
Un buen ejemplo de lo que fue el
Mundial llegó en la final entre Alemania y Argentina, en un partido anodino que
aburrió a televidentes y espectadores, en el que el alemán Andreas Brehme marcó
de dudoso penal el gol de la victoria en el minuto 85.
Maradona lloró amargamente y
Alemania, a punto de unificarse, festejaba como nunca su tercera victoria en un
Mundial.
- Estados Unidos-1994 -
La Copa del Mundo de 1994 se
disputó en Estados Unidos, donde el fútbol --soccer en ese país-- era un
deporte desconocido que apenas despertaba emociones.
Brasil se coronó campeona después
de vencer a Italia en la final, aunque el partido fue muy deslucido con
respecto a lo que se pudo ver antes (0-0). El mayor trofeo del fútbol se
decidió...en la tanda de penales.
El infortunio abrazó a Roberto
Baggio, el héroe italiano durante toda la competición, al fallar el penal
decisivo ante un Brasil que volvía a saborear la victoria y su cuarto título
mundial después de 24 años de sequía.
Esta cita mundialista será
recordada, asimismo, por la trágica muerte del defensa colombiano Andrés
Escobar, que fue asesinado en Medellín en un incidente presuntamente
relacionado con un autogol que marcó frente a Estados Unidos (2-1) y que supuso
la eliminación de su país.
Maradona protagonizó el
escándalo. El capitán del equipo argentino --que había podido entrar en Estados
Unidos gracias a un visado especial dado su pasado con las drogas-- dio
positivo a cinco sustancias prohibidas (efedrina, norefedrina, seudoefedrina,
norseudoefedrina y metaefedrina) tras un partido ganado contra Nigeria (2-1).
La Asociación del Fútbol
Argentino (AFA) lo retiró del torneo y la FIFA decidió, un mes más tarde,
suspenderlo por 15 meses.
- Francia-1998 -
El Mundial de Francia-1998
presentó varias novedades. La primera y más importante fue que los
participantes aumentaron de 24 a 32. Además, se instauró el gol de oro a partir
de octavos --el primero lo marcó el francés Laurent Blanc contra Paraguay-- y,
por último, se prohibieron las rejas para separar al público del campo.
¡Allez les bleus! fue sin duda la
frase más oída durante este Mundial, dignamente ganado por unos anfitriones
que, sin deslumbrar, fueron afianzándose en cada partido hasta
"estallar" en la final ante un Brasil que todavía se pregunta qué le
pasó aquel 12 de julio para encajar tres goles con tanta facilidad.
Puede que las extrañas
convulsiones sufridas por Ronaldo poco antes del encuentro, tuvieran algo que
ver, aunque los auriverdes, que partían como favoritos, no acabaron nunca de
convencer en los partidos previos.
En la final, hubo un sólo equipo
y una única estrella, Zinedine Zidane, autor de dos goles de cabeza ante unos
brasileños incrédulos, que vieron evaporarse su quinto título mundial.
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