La riqueza oculta de los
millonarios y la desigualdad
BBC Mundo - miércoles, 14 de
mayo de 2014
Naciones Unidas, el Fondo
Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE) y diversas estimaciones privadas reconocen que la desigualdad
ha aumentado significativamente, pero se quedan asombrosamente cortos en su
cálculo.
En 2006 la ONU halló que el 1%
más rico del planeta poseía un 39,9% de la riqueza global, mucho más que lo que
le tocaba al 95% de la población mundial.
En 2011, desde el sector privado,
el "Global Wealth Report" (Estudio Global de la Riqueza) del Credit
Suisse Research Institute halló que el 10% más rico tenía el 84% de la riqueza
mientras que la mitad más pobre solo un 1%.
En los últimos años ha habido una
explosión de estudios dedicados al tema, la mayoría con el nombre de
"Global Wealth Report" que da un total de 236 millones de entradas
cuando se lo busca en Google.
El tema está tan en el candelero
que un libro de 650 páginas poblado de estadísticas sobre la desigualdad en los
últimos tres siglos, "Capital in the 21st Century", del francés
Thomas Piketty, se convirtió en un best seller en Estados Unidos.
Sin embargo, según James S.
Henry, ex economista jefe de la consultora McKinsey y profesor del Centro para
la Inversión Internacional Sostenible de la Universidad de Columbia, tanto los
cálculos de Piketty como los de organismos mundiales y privados subestiman la verdadera
desigualdad mundial.
"Hay unos US$21 millones de
millones ocultos en paraísos fiscales. Esta riqueza está en manos de una
pequeña élite y no forma parte de las mediciones. El error de Piketty y de
otras mediciones es que no valoran este factor que tiene un fuerte impacto en
la desigualdad", indicó Herny a BBC Mundo.
Midiendo la desigualdad
Las mediciones sobre ingresos se
establecen fundamentalmente a partir de las declaraciones impositivas, es
decir, la riqueza registrada por el fisco.
En base a estas declaraciones se
puede construir el coeficiente Gini que mide la desigualdad.
Este coeficiente va de 0
(igualdad total) a 1 (desigualdad absoluta).
En países con una estructura
social más igualitaria como los escandinavos, el coeficiente es de 0,25. En
países más desiguales, como algunas naciones africanas, alcanza el 0,6.
El estudio de Henry sobre la
riqueza oculta ("The Price off shore revisited") muestra las
limitaciones de esta comparación cuando solo se toman en cuenta los datos
visibles.
"La mitad de los US$21
millones de millones en depósitos en paraísos fiscales está en manos de las
91.000 personas más ricas del mundo, un 0,001% de la población mundial, que
controla una tercera parte de toda la riqueza mundial. Esto nos permite calcular
también que unas 8,4 millones de personas, es decir, un 0,14% de la población
tiene el 51 % de la riqueza mundial", indicó Henry a BBC Mundo.
Los países con más desigualdad
El informe de Henry, basado en
datos oficiales de cada país, de los Bancos Centrales mundiales (el Bank of
International Settlements), el FMI y el Banco Mundial, analiza 139 países, la
mayoría de ingresos medios-bajos.
Entre los 10 con mayor fuga de
capitales en valores del 2010 se encuentran China, Rusia, México, Arabia Saudita,
Malasia, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Venezuela, Qatar y Nigeria.
El impacto concreto que tienen
sobre el cálculo de la desigualdad es claramente visible en un estudio
específico sobre Argentina, "Fuga de Capitales III (2002-2012)", que
halló un aumento del coeficiente Gini de 0,42 a 0,49 puntos una vez que se
contabilizaban los fondos fugados a paraísos fiscales.
Uno de los coautores de la
investigación, el economista Jorge Gaggero, explicó a la BBC el impacto
económico-social de este proceso.
"Si aceptamos que el stock
fugado alcanza los US$400.000 millones, equivalente a 15 veces el nivel de
reservas del Banco Central, el coeficiente de desigualdad salta de 0,42 a 0,49.
Pero aún si tomamos una cifra más "conservadora", de unos 200.000
millones, que no contabiliza las manipulaciones contables de empresas
multinacionales, vemos que la desigualdad da un salto de 0,42 a 0,48. Este
salto neutraliza todos los avances logrados en una mejor distribución del
ingreso por el crecimiento económico y las fuertes políticas sociales del
período 2003-2010", indicó a BBC Mundo Gaggero.
El investigador, que es miembro
fundador del capítulo de la ONG Justicia Fiscal en América Latina, señaló que
en la región se visualiza un salto comparable en el coeficiente Gini de
desigualdad cuando se toma en cuenta esta riqueza oculta.
"Aún sin contar la fuga de
capitales América Latina es la región con el más alto nivel de inequidad del
mundo. Contabilizando además esta fuga, la región confirma con creces ese
triste privilegio", señala Gaggero.
La paradoja "americana"
Un ejemplo de este proceso en
países ricos es la llamada "paradoja americana", analizada por Sam
Pizzigati, del Institute for Policy Studies de Washington.
"Esta paradoja es la
profunda desconexión que hay entre los datos que tenemos sobre la desigualdad
de ingresos y desigualdad de riqueza. La de ingresos nos dice que ha habido un
enorme crecimiento de la desigualdad entre los más ricos y el resto. Pero
cuando analizamos la desigualdad de riqueza, vemos que la diferencia es
ínfima", señaló a BBC Mundo Pizzigati.
Los datos más exhaustivos sobre
ingresos salariales en Estados Unidos provienen de los estudios de Thomas
Piketty y Emmanuel Saez que muestran que los del 1% más rico se duplicaron
entre 1980 y 2010 mientras que los del 0,1% se triplicaron y cuadruplicaron.
Pero si uno mide la desigualdad
de riqueza (el patrimonio de una persona, incluyendo depósitos, acciones,
inmuebles, etc), se ve que en 1983 el 1% más rico tenía un 33,8% mientras que
en 2009 tenía un 35,6%: el incremento de la desigualdad a este nivel es
marginal.
"La explicación más lógica
de esta diferencia es la riqueza oculta en paraísos fiscales. Si no, habría que
pensar que esta gente se gasta US$5.000 en cenas cada noche del año. No se
puede consumir esa enorme diferencia de dinero. Está en algún lugar",
explica Pizzigati.
Algunas objeciones
Los más férreos defensores de un
neoliberalismo a ultranza señalan que no existen la "fuga de
capitales" o los "paraísos fiscales".
Según esta concepción, el capital
no se fuga porque su dueño tiene derecho a colocarlo donde más le convenga. El
paraíso fiscal es simplemente la existencia de estados que ofrecen mejores
condiciones para un determinado depósito o inversión.
Una segunda crítica se centra en
el cálculo del dinero que se encuentra en los llamados paraísos o guaridas
fiscales (el término "paraíso fiscal" proviene de una traducción
errónea: el original en inglés es Tax Haven (guarida fiscal) confundido por
homofonía con "Tax Heaven" (paraíso en inglés).
"No cabe duda que hay
grandes sumas ocultas, pero cuando se trata de tanto dinero uno se pregunta qué
se está haciendo con todos estos fondos. Los paraísos fiscales serían mucho más
ricos de lo que son", señaló a la BBC John Whiting exdirector de política
impositiva del Chartered Institute of Taxation del Reino Unido.
Desde esta perspectiva, no se
cuestiona el concepto de "guarida o paraíso fiscal" sino la cantidad
de fondos que se encuentran allí y su circulación.
Pero más allá del debate sobre el
monto total, está claro que una vez que se incorpora el concepto de "Guarida
o Paraíso fiscal" (y el consenso global es que son una entidad
incuestionable) la desigualdad mundial es más profunda y preocupante que lo
calculado hasta el presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario