La evolución inédita del 'homo
sapiens'
AFP - domingo, 9 de marzo
de 2014
Más grande, más gordo, más precoz
sexualmente y también menos fértil: el 'homo sapiens' está sufriendo una
evolución inédita en 200.000 años de existencia, según el biólogo francés
Jean-François Bouvet.
"Por primera vez en su
historia, la modificación del entorno por el hombre es el principal factor de
su evolución, que se está sobreponiendo a la selección natural. No es una
evolución en el sentido de Darwin, sino más bien una retroevolución",
resume Bouvet en declaraciones a AFP.
En su último libro, 'Mutants, à
quoi ressemblerons-nous demain?' ('Mutantes, ¿cómo seremos mañana?'), explora
la "multiplicidad de los cambios y transformaciones, a veces radicales,
que afectan a los seres humanos en diversos ámbitos" desde hace décadas.
Apunta que la estatura media de
los franceses, por ejemplo, ha aumentado en casi 5 centímetros en treinta años,
mientras que la proporción de obesos se ha casi duplicado en la última década y
media, alcanzando el 15% de la población.
Una tendencia que se observa en
cualquier región del mundo, al igual que la llegada más temprana de la
pubertad, "sobre todo en las chicas, pero no sólo", apunta el
biólogo. Un estudio efectuado en Estados Unidos sostiene que una niña blanca de
cada diez y una niña negra de cada cuatro entran en la pubertad con apenas
siete años.
La paradoja es que esta
precocidad sexual viene acompañada de una "fertilidad en caída
libre", según Bouvet. A escala planetaria, detalla, la concentración de
espermatozoides en el semen se ha reducido de media en un 40% en los últimos
cincuenta años.
El hombre parece además ser cada
vez menos "masculino", a juzgar por la reducción del nivel de
testosterona y la suavización de otros rasgos biológicos asociados a la masculinidad.
- 'Big bang' químico -
¿Cuáles son las causas de estas
transformaciones tan rápidas?
El biólogo menciona, además de
los factores genéticos, el "big bang químico" creado por el hombre,
que se está convirtiendo en un "homo perturbatus".
Bouvet saca a colación una lista
de productos químicos de siniestra reputación: el bisfenol A, ftalatos, DDT,
atrazina y otros pesticidas, sin olvidar los antibióticos, que se sospecha son
un factor de obesidad.
Estas sustancias contaminantes,
que a menudo perturban el sistema hormonal, pueden tener una vida
increíblemente larga: seis siglos para que la cantidad del insecticida
clordecona se reduzca a la mitad, y en el caso de los piralenos (PCB) de 94
días a 2.700 años. Todas estas sustancias tienen "efectos demostrados, que
afectan a la descendencia a lo largo de muchas generaciones y crean un fenómeno
a largo plazo" del que aún no se conocen todas las consecuencias.
Por suerte, la medicina tiene los
remedios para algunos de estos males. Por ejemplo, ya se ha logrado en ratones
la fabricación de espermatozoides en laboratorio a partir de células madre, y
en el futuro se perfila el útero artificial, en cincuenta años, aventura el
biólogo.
Los avances médicos ofrecen al
ser humano la posibilidad de vivir más años, pero "la esperanza de tener
una vida sana está estancada", advierte el científico. Y tampoco es seguro
que la medicina predictiva, que a partir de la genética determina el riesgo de
desarrollar ciertas enfermedades, logre invertir la tendencia.
"Ya somos la única especie
que sabe que va a morir. Ahora tal vez vamos a saber de qué, lo que no es
necesariamente muy bonito", afirma Jean-François Bouvet.
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