El tenis femenino, devenido en un Grand Slam de
selfies
La Nación - viernes, 14 de noviembre de
2014
Caroline Wozniacki fue dos veces finalista del
US Open en 2009 y 2014, pero su punto máximo de popularidad en Nueva York (tal
vez en el planeta entero también) fue cuando llegó a la meta en la célebre
Maratón con un tiempo de 3h26min36s. Wozniacki no es maratonista, sino tenista,
pero semejante registro como debutante, la puso en una consideración superior a
la que consigue con su tenis. Dejando de lado su esfuerzo para los 42k,
Wozniacki no para de sacudir las redes sociales con sus provocativas fotos con
Serena Williams en alfombras rojas y playas con mares verdes, sin que quede muy
en claro qué es lo que buscan con semejante exposición en continuado.
Los números de Serena Williams son propios de
una jugadora con un lugar indiscutible en la historia del tenis femenino. Pero
de ahí para abajo, la WTA ya ha asumido que el potencial de su circuito
descansa más en el agite de las jugadoras en eventos y sus vida particulares, mitad
privadas, mitad públicas, que en lo producido dentro de la cancha.
Probablemente 2014 sea el año en el que el tenis femenino se asumió
definitivamente como un coctel de juego, flashes, videos y fotos viralizadas
para crear un formato de entretenimiento donde cada segmento tiene el mismo
valor. La competencia ya no marca jerarquía y el ranking es relativo. Lo que
mueve la aguja es el poderío de las tenistas como celebridades.
Todo esto queda en claro con las declaraciones
de Stacey Allaster, CEO de la WTA , durante el cierre del Masters de Singapur.
Allaster brindó detalles sobre la marcha del circuito con datos duros y la
confirmación de que Asia es hoy el único mercado sólido que tiene el tenis
femenino con su propuesta. La temporada que ya terminó contó con 54 torneos en
33 países y un acumulado de 5 millones de espectadores en los estadios. Los
números se completan con 350 millones de televidentes y 100 millones de
fanáticos activos en redes sociales. Esos números parecerían demostrar que el
estado del tenis de mujeres es saludable. Pensar en partidos memorables ya
resulta un ejercicio más difícil de realizar sin tanta contabilidad.
El tenis femenino ya sabe que su sistema solar
apunta hacia el continente asiático. Luego del US Open, la WTA jugó 13 campeonatos
en Asia. Los torneos en Estados Unidos y Europa empiezan a ser una rareza. Para
2015 tienen previstos 11 torneos solamente en China. "Hemos abierto
nuestras oficinas en Singapur. Creo que tomamos una buena decisión. Los torneos
en Asia se juegan en una zona que concentra al 40 por ciento de la población
mundial en un radio de apenas 7 horas de vuelo como máximo entre un punto y
otro. Tenemos a nuestras atletas en el lugar donde cuentan con mayor
popularidad del mundo." contó Allaster.
La WTA no cuenta en este momento con un
patrocinante principal de su circuito desde la finalización de su reconocida
alianza con Sony. El plan que tiene Allaster para 2020 es el de acercamiento de
las jugadoras a más patrocinantes y más fanáticos. Con un crecimiento de la
masa de tenistas profesionales a partir de la creación del programa
"Rising Stars" que busca promover, justamente, la aparición de nuevas
jugadoras de jerarquía. "Creemos que nuestras tenistas hacen un gran
esfuerzo. Más no les podemos pedir. El trabajo es nuestro: tenemos que darles
más posibilidades de llegar a todo el mundo .Hemos hecho estudios de mercado
con 5 mil fanáticos del tour, hablamos con patrocinantes y con organizadores de
torneos y todo indica que seguiremos con esta línea de ofrecer más
entretenimiento y conexión entre nuestras jugadoras y los fans", dijo
Allaster en Singapur, apenas horas antes de que Serena Williams le ganara a
Simona Halep 6-3 y 6-0 la final del Masters. En otro pasaje de la conferencia
de prensa argumentó que la poca concurrencia de público en el China Open se
explicaba por el retiro de Li Na y por la gran cantidad de lluvia caída en
Pekin en septiembre.
Los esfuerzos están a la vista. La WTA intenta
copiar modelos exitosos de otros deportes como la NBA y la UEFA Champions
League. Buscará crear más competencias por equipos para darle otra fisonomía al
deporte y que sea menos individual. Darle vueltas a algo que ya no convoca por
la tensión competitiva y la electricidad de sus duelos. El tenis femenino atrae
ahora con la avalancha de selfies de Serena Williams y Caroline Wozniacki en
traje de baño . De lo hot de las playas al interés en las canchas hay un océano
de diferencia.
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