El mexicano que hace dinero donde otros ven
problemas
Forbes - sábado, 29 de noviembre de 2014
En España le dicen “el tiburón mexicano” o “el
azteca multimillonario”, posee un perfil discreto y poco conocido, aunque
llama mucho la atención de la clase empresarial porque en los últimos años ha
logrado hacer dinero en donde otros ven problemas.
Gustavo Tomé había mantenido un bajo perfil
hasta mayo de este año, cuando desde España se informó que había comprado parte
de Liberbank. El director general de los fondos DaVinci Capital y Nemesis, que
había comprado empresas bajo contratos de confidencialidad, principalmente en
México, crecía en silencio.
La fortuna de Gustavo Tomé se tejió en la
industria textil, donde aprendió desde muy joven a trabajar. “Murió mi papá
cuando yo tenía 16 años. Ahí empieza toda mi historia. Fue una época de mucho
aprendizaje, muy difícil, cuando lo ves en retrospectiva.”
Su primera obligación fue administrar todo lo
que su padre les dejó a él, a su hermano mayor y a su madre. Vendieron algunas
propiedades y se quedaron con lo que creían podían controlar: las maquiladoras.
No tomó los negocios de tiempo completo, quería
estudiar. Su hermano y su madre eran su equipo. En 1994 decidieron transformar
su negocio: dejar de lado la fabricación para México y exportar.
Surtían a Dockers, GAP, Old Navy, Abercrombie,
Hollister, Walmart y muchas grandes marcas en el norte. “Era un gran negocio en
el país, porque aprovechabas el beneficio de la devaluación que se había dado.
Pagabas insumos en pesos, quizás a un valor de descuento a lo que valían en el
mercado internacional. Teníamos unas fronteras cerradas. Estados Unidos nos
acababa de dar el Tratado de Libre Comercio, que era otro tema bastante
relevante, y podías generar divisas. Las divisas tenían un valor de plusvalía
por la devaluación.”
Gustavo Tomé confiesa que no sabía hacer nada
cuando su padre murió. Había trabajado desde la secundaria, pero en las empresas
de los amigos de su papá. Lo mandaba a aprender de la cultura de trabajo de
diferentes empresas familiares. Nada más.
A lo suyo
Algo que casi nadie sabe de él, es que fue uno
de los pioneros de Internet en el país. Uno de sus primeros emprendimientos fue
ofrecer servicios de Internet alrededor de 1995. Su negocio era proveer
infraestructura para tener acceso a servicio de dial-up, en ese momento, en
Irapuato.
Se dio cuenta de la oportunidad que se
presentaba navegando en Monterrey, donde estudiaba. Buscó asesoría y
proveedores. Trabajó con IBM, Cisco y US Robotics.
Creció y creció, y de pronto llegó una empresa
grande y le compró su base de clientes. Dice que no se hizo millonario con esa
operación, aunque sabía que había historias de grandes fortunas que recién se
construían en la web.
Al mismo tiempo de su incursión en la
tecnología, siguió creciendo su negocio textil y lo fueron perfeccionando.
Comenzaron a comprar licencias de marca, a
poner cadenas de tiendas y a participar más en el mercado nacional. Recuerda
que tenían un gran negocio de almacenes de saldos, donde vendían todo al mismo
precio; se llamaban Factory Outlet. “Era una administración muy simple, eso nos
encantaba.”
Pero un día, Gustavo Tomé se dio cuenta de que
no estaban generando mucho valor y decidió salir del negocio textil.
“Eran en ese entonces 3,900 obreros, en plantas
desde 100 personas, hasta 900 o 1,100 las grandes. En algún momento mágico eran
como 29 maquiladoras […] Tuvimos buenas oportunidades de vender las plantas a
diferentes fabricantes o gente que hacía lo mismo.”
Los centros importantes de maquila en este país
eran Aguascalientes y Guanajuato, Torreón y Puebla. Vendieron casi todo al
valor más alto, dice el empresario. “Casi siempre tratas de entrar en lo más
bajo y salirte en lo más alto. Y tratas de agarrar un lugar por ahí, pensando
en que ni vas a hacer que salga más caro, pero tampoco debes pensar en lo más
barato.”
─¿Por qué te saliste del negocio familiar?
─Yo no tenía otro hermano chico que le
siguiera. Es un negocio muy complicado. El tema es que generas poco valor,
porque al final lo que estás vendiendo es la esencia de una mano de obra barata
con componentes baratos, para venderle a un país que es muy competitivo en
precios. Es de volumen. Quieres vender millones, a pesos.
─¿Qué te hizo ver a tiempo, que el negocio ya
no sería tan bueno?
─Lo que me hace cambiar la opinión que tenía
del negocio es Internet. Internet se hace más relevante en la vida. Tardó mucho
tiempo, pero se hace más relevante en la vida.
Gracias a Internet se percató de que el negocio
tendría márgenes más limitados. En ese entonces estaban bien en México, pero supo
pronosticar que en un futuro habría guerra en algún lugar del mundo, y ése
sería el sitio más barato del mundo para producir.
En 2004 decide contundentemente no arrancar el
siguiente año en el textil; entonces sólo les quedaba una operación muy
pequeña. “El 2 de enero de 2004 decidí que ese iba a ser nuestro último día; en
diciembre empezamos a terminar los contratos y demás.”
Fondos de inversión
Su padre les había dejado también un negocio
inmobiliario. Además decidió abrir una planta de tubería de polietileno.
Comenzó a crecer en nuevos sectores.
“Aprendí muy bien que no quería hacer dos
cosas: no quería invertir en negocios que tuvieran un valor agregado muy
limitado, y tampoco quería tener negocios que tuvieran un componente relevante
de su costo en mano de obra. Entonces todo se desprende de ahí.”
La siguiente planta fue la de panel de
aluminio. “Entendía lo que teníamos que hacer, entendía a los clientes, tenía
valor agregado, teníamos una restricción de importación de otros países,
podíamos ser líderes. Teníamos la capacidad de exportar. Ahí comenzamos el
negocio Alucomex.”
Comenzó a invertir en el negocio de procesamiento
de plásticos y se casa. Su madre y su hermano decidieron desinvertir de la
parte industrial. “Obviamente le tuve que pedir dinero prestado a mi mamá, pero
obviamente como un préstamo, y de ahí nos empezamos a conjugar, primero como
uno, y luego como dos fondos. Uno de venture capital, o capital de riesgo cuasi
emprendedor, y otro de inversión inmobiliaria. Tenemos muchos socios, no es
negocio familiar.”
También invirtió en el negocio de la energía
solar, con Solartec. “Todas tenían esta identidad, productos que no fueran
intensivos en mano de obra, que generaran mucho valor, en mercados que
pudiéramos defendernos en caso de tener importaciones, y tener la capacidad de
exportar, y que supiéramos que iban a crecer a la larga.”
─¿Eso lo aprendiste en la escuela?
─¡A fregadazos! A las patadas, todo a las
patadas. En ningún lugar te lo dicen. Si hubiera una receta, de cómo debes de
llevar una organización, o cómo una serie de negocios, yo creo que más de una
persona la leería y más de una persona la haría. La verdad es el estilo de cada
quien y como tengas la capacidad de ejecutar el estilo.
Construyeron la primera planta de Solartec y
comenzaron con las adquisiciones, entre éstas una fábrica de palomitas de maíz
para microondas. “Casi casi me atrevería a decirte que todo lo que no es Act
II, que es la que más vende, es nuestro. Todas las que tú ves en la Comercial,
en Walmart, en Costco, puras marcas propias. El modelo es bastante simplista en
ese sentido. La verdad es que las adquisiciones que hemos hecho son empresas a
las que les vemos la visibilidad de largo plazo, que no necesariamente tienen
el mejor balance. Creo que uno de los valores que podemos dar, además de la
parte de capital, es mejorar el equipo administrativo. Son empresas buenas, con
no tan buenos balances.”
Dice que su negocio favorito es el del día, es
el emocionante, el de la adrenalina.
Nemesis lo dedica a los negocios inmobiliarios,
en tres tipos: industriales, que son arrendamientos industriales, parques
industriales; negocios residenciales, construcción y venta de vivienda vertical
en su mayoría, y centros comerciales o edificios de oficinas.
─¿Querías comprar todas las propiedades de las
vivienderas en problemas, como GEO?
─Todo lo que se pueda comprar, todo lo que se
pueda comprar que esté en nuestro nicho. Lo que pasa es que esas compañías
tienen muchos productos que no les generaban margen, entonces nosotros podemos
comprar lo que genera margen, que es lo que hemos hecho con diferentes
compañías. Ya hemos ejecutado varias; algunas están muy complicadas. En la
mayoría tenemos contratos de confidencialidad, pero en algunos son muy
complicadas, muy sofisticadas, en el sentido de que la obra está a medias, le
deben a proveedores, le deben al banco y tienen clientes adheridos. Ésas han sido
nuestra especialidad, ésas son la especialidad de la casa.
Gustavo Tomé dice que el negocio inmobiliario
le encanta, porque mucho de lo que sabe hacer se basa en administración de
riesgos.“Trato de entender qué riesgo podemos y el que no debemos tomar.”
Pero no nada más agarran las oportunidades;
también compran terrenos, contratan obreros y venden sus departamentos.
“Después tenemos el otro fondo, DaVinci, que lo hemos migrado, para que no sólo
sea capital emprendedor, sino que además sea fondo de capital de riesgo, y
hacemos la operación como la de Liberbank.”
Dice que para entenderlo un poco, hay que
fijarse en la historia de su empresa Solartec, que se va a Bélgica y luego a
Alemania a adquirir tecnología.
Pronto, adelanta, anunciarán una nueva compra
que se suma a ese negocio. “La historia se va armando rara, porque compramos
una planta de celdas que necesitaba obleas, luego compramos una planta de
obleas, y luego nos dimos cuenta que era más negocio venderle oblea a los de
semiconductores que a los de celdas solares, entonces estamos abriendo el
negocio de semiconductores”. Quizá, señala, acaban produciendo semiconductores
en lugar de celdas solares.
“Así vamos haciendo negocios, ante las
oportunidades”, dice Tomé. “Las vamos buscando y las vamos encontrando.”
La lógica del físico
El físico del ITSEM dice que se está dando
cuenta de que es bueno en tiempos de crisis. “Si tú ves nuestro periodo más
expansivo, ha sido del 2007 a la fecha, y es el periodo de la crisis más
profunda que me ha tocado en mi vida adulta. No sé si me vaya a tocar otra así,
pero seguramente va a haber más crisis.”
Dice que les falta estar a prueba cuando el
mundo esté en crecimiento, porque en ese momento tendrán que cambiar sus
lógicas de inversión.
“Ahorita estamos atendiendo en México cuatro
lógicas de inversión muy claras, muy precisas: crecimiento de la clase media;
hay un resurgimiento de la capacidad industrial del país; va a haber un cambio,
dada la reforma energética, y estamos dándonos cuenta de que hay oportunidades
debido al crimen organizado, porque el crimen está haciendo que las ciudades se
conformen de manera diferente, y eso son oportunidades.”
Sus empresas dan cuenta de esta lógica, al
igual que su interés en la compra de plantas que fabrican garrafones de plástico
para el agua y el desarrollo de más vivienda vertical de lujo. También está
invirtiendo en el desarrollo de tecnología. Tiene dos empresas de software que
tienen al menos cuatro clientes grandes.
¿El tiburón?
En mayo, los medios españoles informaron que
inversores mexicanos controlarán 8% de Liberbank. El diario económico español
Cinco Días explicó que Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria vendieron
16.8% de Liberbank por unos 215 millones de euros (mde).
“Deutsche Bank, coordinador de la operación, ha
hecho los deberes y ha buscado inversores del otro lado del Atlántico
interesados en entrar en el capital de la banca española”, contaba desde Madrid
el diario. “Dos grupos mexicanos, junto con la familia asturiana Masaveu, han
adquirido 174 mde, de forma que controlarán alrededor de un 12% del banco que
preside Manuel Menéndez.”
Cinco Días cuenta que los mexicanos entraron
con DaVinci Capital e Inmosan.
“Inmosan agrupa a inversores mexicanos liderado
por Ernesto Tinajero, fundador de Cablecom, telecom que vendió en agosto del
año pasado a Televisa por unos 7,000 millones de pesos (unos 400 mde)”, dice
Cinco Días.
Gustavo Tomé me dice en ese sentido durante la
entrevista: “No me vayas a poner como en España, que me dicen ‘tiburón’; cuál
tiburón, si los señores me vinieron a ofrecer.”
Dice que es muy sencillo lo que hizo en el
viejo continente.
Hay bancos muy buenos, muy exitosos aquí en
México, recuerda. De hecho, dice que aquí hay un banco más o menos del tamaño
de Liberbank, que tiene presencia nacional.
“Ese banco si tú lo compras hoy en la bolsa
está entre tres y cuatro veces valor en libros. De lo que realmente vale el
banco, el mercado dice que vale tres o cuatro veces más. Yo no sé si eso es
caro o es barato, y mucho es la prospección de crecimiento y demás”.
Tomé continúa hablando de la operación que hizo
que muchos voltearan a verlo como el mexicano capaz de desembolsar decenas de
mde de golpe:
“Compramos a 60 centavos valor en libros, si el
banco valía 100, nosotros pagamos 60. Y a qué le estás jugando, oye, yo no sé
si los bancos en España van a valer tres o cuatro veces más su valor en libros,
pero yo si sé que un peso vale un peso, y que un euro vale un euro, y que lo
mínimo que va a pasar es que los 60 centavos se van a hacer uno, y si todo sale
bien, pues el número estable del valor de un banco es entre 1.4 veces y 1.8
veces, en el mundo. Entonces, oye, quiere decir que nosotros podemos
multiplicar por tres nuestra inversión. En cuánto tiempo, pues en el tiempo que
el mercado considere razonablemente que el tema de la crisis bancaria española
está por atrás. Entonces sí, sí hay maneras de triplicar el dinero en un año”.
¿Eso no es ser un tiburón?
No, eso es ser visionario. No, ni siquiera
visionario, eso es ser aventado. Porque así también el banco puede quebrar
mañana.